miércoles, 14 de mayo de 2014

La guerra de tus galaxias.

Estaba solo como Han hasta que llegaste como Leia, aunque no fueras una princesa de Alderaan. Yo, que soñaba con surcar el espacio a bordo del Halcón Milenario viajando a la velocidad de la luz apagada, acabé soltándote un te quiero en una de las lunas de Endor. Había recorrido galaxias muy, muy lejanas buscando planetas con dos soles hasta que descubrí que estabas en este, entonces me bastó con que hubiera un sol en el cielo y otro durmiendo en mi cama. Que se joda Tatooine.
Juntos haremos nuestra propia revolución contra el Imperio Galáctico esta noche; buscándole el lado bueno al lado oscuro de la fuerza que me atrae hasta tu pecho. Estrella de mi muerte, los besos de una nueva esperanza cuando estoy apunto de ser congelado en carbonita. Quiero pasar mi vida dando vueltas por tu cintura en el efecto gravitacional de tus caderas ¡Que caderas! Y aunque todas ahi fuera sean como un ejército de clones, tu eres única y camino perdido por tus pantanos de Dagobah; teniendo en cuenta que serías mi templo maldito si eso no fuera de otra película.
Y lo sé. Sé que odias Star Wars, que no has entendido nada de esto y que El retorno del jedi te la suda tanto como una nueva trilogía pero, mientras dormías, yo me enredé en jugar a La guerra de las galaxias entre los lunares de tu espalda.

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