domingo, 15 de mayo de 2016

Diluvio.

Diluviaba y cada uno elegimos un camino.
Dijimos que hasta el día que llovieran pianos
pero esa tarde solo caía agua.
Te fuiste... tan guapa, tan mujer, tan tú,
con el pelo perfectamente arreglado
dejándome la cabeza hecha un puto lío.
Y yo, como perro callejero que soy
con un barco velero surcando las mejillas,
estuve ladrando a las puertas del cielo
por si me dejaban entrar de nuevo.
No hubo respuesta.Me quedé con las canciones que tanto me gustaban
y no voy a volver a escuchar nunca,
las fotos que me aprendí de memoria
y ahora descansan en el fondo de un cajón,
las noches en las que dormí abrazado a tu felicidad,
las páginas arrancadas del libro que aún no he terminado.
Rajándome los dedos con trozos de corazón roto
para escribir con sangre el resumen de por qué te necesito tanto.
La ciudad volvió a apestar, coloreó con su gris habitual
lo que antes fue la víe en rosa.
Los vestigios de nuestro Edén se redujeron a cenizas
con el fuego del ardiente amor
y aquella muralla que tantos golpes resistió,
cayó rendida ante los pies descalzos del desamparo.
Fui testigo de la memoria 
que nunca quiso caerse entre  olvidos,
paracaidista de mis mil noches en pena,
exiliado a la fuerza de tu cuerpo,
combatiente de una guerra que nunca supe ganar.
Volví a ser el yo sin ti de hacia demasiados días,
la caricatura del viajero entre tu piel.
Amante en paro, 
poeta de la anarquía irreparable.
Una sombra. 
Intente borrar con el codo
el punto final que tu escribiste con la mano,
el único final de película que nunca quise ver.
Como banda sonora, aquella lluvia de mayo
y el paraguas en la mano que no abrí
porque ¿qué mas daba? 
Me estaban calando las lágrimas.

martes, 8 de marzo de 2016

Luchadora.

Me gustas cuando luchas
porque lates más fuerte;
no te quiero ausente y callada
en el poema quince de Neruda.
Me gusta cuando luchas
y tus ojos escupen el fuego
que arrasará y acabará
con los cimientos del patriarcado
que tantas veces
te he oído -y leído- criticar.
Me gusta porque no eres
ni una princesa, ni una dama,
y si lloras no eres débil
mas bien todo lo contrario.
Eres una guerrillera
que lleva lencería debajo de la armadura,
que dispara palabras afiladas
contra las injusticias sociales
y llegado el dia,
sabrás sacarte las castañas del fuego solita,
que para eso te enseñó tu madre
(a la que también quiero dedicarle este poema).
Exiges igualdad todos los días del año
y no necesitas un día internacional
para sentirte una mujer concienciada
para esto están los otros trescientos sesenta y cinco
-que este es bisiesto-
pero te escribo esto hoy,
ocho de marzo de dos mil dieciseis
a las cuatro y veinticinco de la tarde,
solo para que sepas que aunque tu sola
no puedas cambiar el mundo en dos dias
-si no es con muchas como tú
y a lo largo de mucho tiempo-
ya me has cambiado a mi,
en menos de un año
me has abierto los ojos
hacia un mundo donde tu lucha es la mía.

Y eso es una victoria,
la primera de muchas
siempre y cuando sigas gritando
LIBERTAD
por encima de las voces
que no se alzan
porque no eres el sexo débil,
no eres una cara bonita
sino un cerebro fuerte y libre.
Eres una mujer luchadora
y lo que yo celebro hoy,
es estar a tu lado.

domingo, 21 de febrero de 2016

Quererte es un arte que dura para siempre.

Le gusta el arte.
"La noche estrellada" de Van Gogh
y la "Madonna" de Munch;
tiene la sonrisa de la Gioconda
y está tan llena de luz y oscuridad a partes iguales
como "La balsa de la Medusa"
que pintó Delacroix.

Siente que su corazón da vueltas de campana
cuando lee "Co-razones" de Carlos Salem 
mientras se le enfría el té
en La Puerta de Tanhausser.
La he visto emocionarse
recitando
"Como se sacan las castañas del fuego"
porque ese poema le recuerda mucho
a su madre
y se sabe la "Rima IX" de Bécquer
como si fuera su nombre
porque lo ha leído mil veces
en el libro que la regalé.

Llora como una loca cada vez que ve "Titanic"
y creo que con un poco de paciencia
y un par de tardes conmigo
podría llegar a gustarle "La guerra de las galaxias"

Le gusta el rock and roll,
los cantautores
y siempre dice que
"Puede ser que la conozcas"
es la canción que más le definía
porque desde que está commigo
quiere bailar un slowly tonight,
my life.

Siempre me habla
de que quiere vivir una vida bohemia
llena de recitales, librerías,
conciertos y tardes de cine.
De velas en la habitación
y literatura clásica por los suelos
porque en la estantería ya no le entra
ni un libro más.

Le gusta el arte
pero aún no se ha parado a pensar
que ella es una obra de arte completa.
No sé si un cuadro pintado por Paco y Fati
o una escultura tallada en mármol
a la que el viento y el calor han dado vida.
Era obvio que tenía que tener
un novio poeta
porque semejante locura,
belleza,
pasión,
y estilo
solo la podría definir alguien
que viera más allá de sus ojos
y supiera hacer eterno algo tan efímero
como lo es una vida.
Porque tu, que estas leyendo esto,
piensa que yo ahora no soy nadie
y estoy escribiendo esto
porque tengo una novia que incita a la escritura
pero con un poco de suerte,
alguien dentro de unos años leerá esto
-o cualquiera de los otros versos que escribí
a partir desde aquel beso-
y sabrá que yo la quiero mas que a mi vida
porque llena mi vida
y que a ella le gusta tanto el arte
porque esconde en poco más de un metro sesenta
la obra de arte más completa
-y compleja-
que mis ojos han visto.

miércoles, 20 de enero de 2016

Todas mis revoluciones son en tu nombre.

es muy posible
que nunca encabeces
una rebelión
y espero,
que no tengas que correr
por la Gran Vía
con los antidisturbios detrás
repartiendo hostias.

supongo que
no escribirás un libro
exponiendo las desventajas
del capitalismo,
ni de la opresión de la burguesía
contra el proletariado.

y estoy cien por cien seguro
que no vas a quemar
un sujetador
porque te pierde la lencería
más que a mí
(a mí la lencería
sólo me gusta
si eres tu quien la lleva puesta)

pero me gusta tu boca
porque parece que
entre gemido y te quiero
grita libertad.
me gustan tus manos
porque parece que
siempre quieren golpear
las cadenas
que nos rodean.
y me gusta tu cuerpo
porque es libre
porque vuela tan lejos
como tu mirada
porque sube tan alto
como tu voz
cuando te enfadas por algo,
por todo.

En resumen,
lo que quiero decir
con todo esto
es que yo sólo
me uniría a una revolución
si la hacemos
en tu nombre
y entre los dos.