miércoles, 20 de enero de 2016

Todas mis revoluciones son en tu nombre.

es muy posible
que nunca encabeces
una rebelión
y espero,
que no tengas que correr
por la Gran Vía
con los antidisturbios detrás
repartiendo hostias.

supongo que
no escribirás un libro
exponiendo las desventajas
del capitalismo,
ni de la opresión de la burguesía
contra el proletariado.

y estoy cien por cien seguro
que no vas a quemar
un sujetador
porque te pierde la lencería
más que a mí
(a mí la lencería
sólo me gusta
si eres tu quien la lleva puesta)

pero me gusta tu boca
porque parece que
entre gemido y te quiero
grita libertad.
me gustan tus manos
porque parece que
siempre quieren golpear
las cadenas
que nos rodean.
y me gusta tu cuerpo
porque es libre
porque vuela tan lejos
como tu mirada
porque sube tan alto
como tu voz
cuando te enfadas por algo,
por todo.

En resumen,
lo que quiero decir
con todo esto
es que yo sólo
me uniría a una revolución
si la hacemos
en tu nombre
y entre los dos.