lunes, 9 de febrero de 2015

Los chicos como yo

Los chicos como yo vuelven a casa solos, dejando un amigo en cada calle y apurando los últimos minutos de la noche. Firmando el testimonio de su paso con saliva en el suelo.
Los chicos como yo duermen tarde, sueñan despiertos con lo que no tienen queriendo abrir los ojos y que todo sea tan real como la vida. 
Los chicos como yo siempre llegan tarde a esas fiestas a las que nunca fueron invitados, cuando todas las botellas están vacías y las cartas marcadas puestas encima de la mesa para que gane otro.
Los chicos como yo pelean y lloran. Derraman lágrimas, sangre, palabras... Se dejan la mirada retando al mismísimo sol en un combate sin armas.
Los chicos como yo esperan a chicas que nunca llegan en la hora convenida, chicas a las que besan con un ojo abierto por si se escapan corriendo en un descuido de pasión desenfrenada.
Los chicos como yo tienen las deportivas rotas y los vaqueros desgastados, tienen el corazón roto y el alma desgastada. Los bolsillos vacíos y la cabeza llena de ideas, tienen los bolsillos llenos de piedras y la cabeza vacía de pájaros.
Los chicos como yo se tatuaron la palabra 'rebeldía' en sus labios cortados. Viven la juventud a flor de piel y miran al pasado con nostalgia por tiempos mejores.
Los chicos como yo aprietan los puños ante la vida y le gritan a un papel lo que nunca escuchará nadie.
Los chicos como yo escriben de madrugada lo que no dirían por el día, David Leteo me entiende.

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