martes, 15 de septiembre de 2015

Renuncio.

Renuncio.
Renuncio a soñar un trío con Eva Green y Katy Perry.
Renuncio al sexo ocasional de algunos sábados (y a los lios de algunos viernes, también).
Renuncio a seguir permitiendo que chicas de curvas vertiginosas se acerquen a mi y me impidan distinguir mas allá de esos escotes tan profundos.
Renuncio a todo lo que he soñado con follarme, empotrarme, tirarme o comerme antes de conocerte.
Renuncio a todo eso con la única condición de tenerte en la misma cama todas y cada una de las noches de las próximas cinco vidas de gato que me quedan, susurrando mi nombre entre gemidos como si fuese el primer hombre del mundo y tu la primera mujer que vistió con hojas de parra. Como si tu te llamaras Eva y yo fuera Adán mordiendo el pecado de tu pecho desnudo, buscando la manzana prohibida entre tus piernas. Entonces ni siquiera el mismísimo Dios tendría cojones a echarme del Paraíso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario